El Lobo Solitario, textos de Walter Bond desde el encierro

Entonces me miro a los tobillos y veo las esposas, también en mis muñecas. Y miro los sitios de mierda a los que me confinan y me recuerda que los policías, los federales, los carceleros, los jueces, los diputados, los oficiales del correccional y todos los de su calaña son los agentes de la represión, los que odian la verdadera libertad, los enemigos de la justicia social. Los traidores a la tierra, los animales y a toda la vida.

¿Qué cómo puedo permanecer desafiante?

¿Cómo puedes tú seguir siendo complaciente?

Supongo que es tu naturaleza. Aunque sea una pena es así. No voy a decir que lo entiendo, o que empatizo, porque sería mentira. Soy un animal salvaje y las razas domésticas son un gasto de tiempo para mí. Es un hecho que este mundo domesticado odia lo salvaje y los libre y también es verdad que a muchas ovejas les gusta ir por ahí disfrazadas de lobos, escribiendo sus libritos sobre los males de la civilización. Tratando de motivar a otros a hacer lo que ellos son demasiado cobardes para hacer por sí mismos.

A todo el mundo le gusta hablar mucho, y posar como si fuese muy real.

Pero para muy pocos es real, así que no te emociones.

Y no creas a nadie que no puede llevar a cabo sus palabras. Conocerán a los lobos por sus dientes, no por sus aullidos. Y estoy orgulloso de eso. Todas las trampas y los juicios a los que me enfrento merecen la pena. No voy a huir de las persecuciones y la opresión contra mi persona. Si pudiese volver atrás, a ese 30 de Abril del 2011 y me diesen la posibilidad de reconsiderar el incendio por el que ahora estoy aquí sentado, no cambiaría absolutamente nada.

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