Cada vez más desnaturalizadxs, menos salvajes, caemos en las redes del sistema y del posmodernismo que tiene la facilidad de ADAPTARNOS a sus métodos. Un posmodernismo que ha logrado que nuestro tiempo transcurra dentro de una casa, es obvio, no necesitamos nada más, ahí dentro tenemos todo lo que necesitamos, la comodidad. Nos comunicamos con nuestros seres queridos ¡y hasta podremos ser grandes revolucionarios! todo desde nuestras casas, con nuestra tecnología y en nuestras cómodas jaulas.
La visión que tiene el capitalismo de nosotrxs, y de todas las cosas, es que somos mercancías. Esa conciencia que adoptamos y poseemos nos dice que las personas valen equivalentemente por sus posesiones. Todo es mercancía, todo se compra y todo se vende, difícil que tengamos una mentalidad distinta a eso, es parte de lo que vivimos, una mentalidad que nos hace adictos al consumo y posesión de bienes y elementos.
El consumismo necesita la gran producción, por ende es uno de los factores primordiales de la destrucción de la biota, a través de los métodos de producción y la basura que genera.
Sin darnos cuenta somos cada vez más máquinas, cada vez más funcionales, más dependientes de nuestro amo y señor El sistema, no podemos vivir ni valernos por nosotrxs mismxs, no sabemos cómo, para eso está el sistema. Desde que nacemos estamos condenadxs a esa dependencia, todo lo tercerizamos: si queremos conseguir nuestros alimentos estamos condenadxs a consumir la comida que nos vende (¡producirla sería una locura!), si queremos divertirnos debemos consumir tecnología, drogas o alcohol, si queremos estar saludables y estables debemos drogarnos con medicamentos legales, si queremos estar bellxs debemos utilizar la moda y sus elementos.
Viéndolo alejado de la influencia de la realidad que nos azota, ¿quién hubiera imaginado que para conseguir nuestros propios alimentos deberíamos producir otra cosa innecesaria en un trabajo asalariado manejado por un/a amx, para luego la ganancia del mismo nos genere dinero y podamos comprar alimentos? Alimentos que de por sí son cada vez más artificiales, cada vez con más químicos, con pesticidas y cada vez más modificados genéticamente, asimilándose con el tiempo a comer un pedazo de plástico, todo esto gracias a la producción en masa.
Si nos queremos divertir, ¿qué podemos hacer? las cartas ya están echadas… Si no es a través de tecnologías y elementos externos no lo podemos lograr. Lo curioso de las tecnologías es que tienen una doble función, por un lado son el elemento "finalidad" a conseguir, es decir, el producto en sí, y por otro lado son el elemento por excelencia para dominar a las personas a través de los medios de (in)comunicación (no debemos olvidar que las tecnologías se venden por si solas…). Si hablamos de diversión no podemos dejar de lado las drogas y el alcohol, una forma de consumismo y consumo asqueroso que supone ser imprescindible en nuestras vidas, raro sería no utilizarlas, ¿Cómo disfrutar un buen momento con amigxs si no es con una cerveza de por medio? ¿Cómo no compartir ese cigarro de marihuana? ¡¡si es la nueva pipa de la paz!!.
Vale la pena destacar en este ámbito (ya que hablamos de comunicación) el papel de las tecnologías para comunicarnos, las cuales parecen ser imprescindibles para que tengamos contactos con nuestrxs seres queridos y que desarrollemos esa característica natural humana: la "sociabilidad". Esto supone que tengamos siempre el celular más nuevo por dar un ejemplo, uno que nos permita hablar, uno nuevo para mandar mensajes, uno nuevo para sacar fotos, uno nuevo para chatear, uno nuevo para vernos en video, uno nuevo para comunicarnos por blue tooh, uno nuevo para navegar en internet, etc., etc.
¿Y qué sería de nuestros cuerpos horribles sin la moda? Por suerte podemos esconder nuestros decadentes cuerpos en determinados estilos de ropa, muchos elementos siempre nuevos, con las distintas épocas que transcurren. ¿¡Qué sería de los horripilantes rostros de las mujeres sin maquillaje!? ¡qué horror! por suerte podemos deformar nuestro cuerpo a nuestro gusto, y buscar siempre la imagen que nos muestran de nuestros modelos a consumir.
¿Cómo podríamos estar bien sin medicamentos? El horror de las farmacéuticas y los medicamentos es una de las cosas más nefastas que existen, es el esclavizador de personas y demás animales por excelencia. Genera una dependencia "enfermiza" en las personas, sin que puedan vivir sin medicamentos, arruinándoles la salud, manipulándolxs a través del miedo. Los medicamentos (al igual que la cosmética) implican en parte la tortura más grande hacia los animales por medio de testeos y experimentos. Pero ¿cómo no va a existir la industria farmacéutica, si sus drogas son la mejor vía para escapar de una vida miserable y vacía como ésta donde no podemos conseguir lo que queremos: seguir ese modelo impuesto de belleza y consumo, por ende la frustración y depresión, el cual será el elemento fundamental de nuestras vidas?
Esta pequeña revisión de ciertos elementos de consumo (no todos) es una vista superficial de lo que es el consumismo, pero no nos vamos a quedar sólo con esa palabra, también hablamos de consumo. Todas las cosas nombradas no las necesitamos, somos forzadxs a utilizar cosas que no nos corresponden, sólo nos alejan más de la naturaleza y de un vivir salvaje. Nos manipula, hace que el fin de nuestras vidas sea consumir, producir cosas inútiles para poder comprar cosas inútiles, esa es nuestra vida, basada en elementos externos. Cada vez sabemos más de muchas cosas, pero cada vez sabemos menos de nosotrxs mismxs, ¿en qué terminaremos?
Por un vivir libre y salvaje, sin elementos externos que nos contaminen.