por Fernando Buen Abad Domínguez
“Preparemos el lecho que entre sus sábanas esconda un arco iris” Picasso
Felizmente el coito es ese territorio real y surrealista “…punto en el espíritu desde donde la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y el futuro, lo comunicable y lo incomunicable, lo alto y lo bajo cesan de ser percibidos contradictoriamente…” [1] Canto de carnes y almas en un desplante de vida que hace fluir sus néctares sobre la faz de lo cotidiano. Coreografía de fugas que se electrizan para que estallemos como arco iris insurrectos entre orgasmo y orgasmo. El coito es revolucionario.
Entre las muchas calamidades confabuladas contra el coito hay que inventariar al empirismo y al criticismo, al simplismo, al reduccionismo, al facilismo y al oscurantismo. Ideologías de pajas en ojos ajenos sobre la mesa de las pulcritudes metafísicas que acompañan voluntariosas al autoritarismo macho, al institucionalismo ceremonioso... Continuar con el articulo --->>