Hace ya más de cuarenta años que descubrí que vivía en una sociedad patriarcal y que el feminismo era una manera de transformar este sistema de dominación masculina en un sistema democrático en donde ni el sexismo, el racismo, la explotación capitalista o cualquier otra discriminación institucionalizada, oprimiera a las personas o destruyera la naturaleza. Desde entonces vengo escribiendo sobre el patriarcado y sus instituciones en distintos artículos y ensayos pero no fue hasta mi ida a Guatemala, gracias a una invitación de Las Cuerdas, que realmente comprendí el valor agregado de trabajar la erradicación del patriarcado a través de la visibilización, análisis y desmantelamiento de cada una de las instituciones que lo mantienen. Continuar con la Lectura -->>