Sustituyen
perfectamente a la leche de vaca y sus ventajas son que las leches vegetales no
contienen lactosa, ni grasa (colesterol), ni proteína animal.
Las leches
vegetales han comenzado a popularizarse en todo el mundo, sobre todo por el
creciente número de personas que tratan de consumir alimentos nutritivos, con
bajo contenido calórico y de fácil digestión que les ayuden a contrarrestar los
efectos de la vida moderna, en la cual son comunes las situaciones estresantes
alternadas con largos períodos de inactividad física.
Si ha dejado
de tomar leche de vaca porque le causa alergia o problemas digestivos, las
bebidas que se elaboran con semillas son magnifica alternativa alimenticia que
le aportarán importante cantidad de nutrientes, excelente sabor y versatilidad
para elaborar platillos.
Su uso son
los mismos que la leche de vaca, se pueden tomar solas o endulzadas, con café,
cereales, otros.
Más aún,
estas bebidas, cuyo aspecto y consistencia recuerdan al tradicional producto de
origen animal que casi siempre se obtiene de la vaca, también deben parte de su
creciente fama a que son excelente opción para quienes siguen un régimen
alimenticio vegetariano o sufren trastornos digestivos, sin olvidar a aquellos
que desean experimentar nuevos sabores.
Lo cierto es
que nadie ha sido decepcionado por estos derivados de legumbres (soya), frutos
secos (almendras o avellanas) o cereales (arroz, cebada, avena), puesto que su
sabor es refrescante y, ante todo, porque su alto contenido de vitaminas,
minerales, aminoácidos, ácidos grasos y otras sustancias es factor que mejora
la actividad mental, contribuye al funcionamiento de los sistemas circulatorio
y nervioso, y fortalece las defensas del organismo.
Sus ventajas
y beneficios.
Al carecer
de lactosa, las leches vegetales pueden beberlas las personas intolerantes a
este azúcar de la leche. Su organismo tiene problemas para digerirlo y
reacciona ocasionando síntomas varios: dolores, diarreas, hinchazón abdominal,
flatulencias y vómitos. También son una alternativa para las personas alérgicas
a las proteínas de la leche de vaca.
Otro punto a
favor de la leche vegetal radica en que sus componentes son fáciles de asimilar
por las personas con difícil digestión. La razón de ello es simple: distintos
estudios han demostrado que la lactasa, enzima con que cuenta el organismo
humano para digerir adecuadamente la leche de origen animal en sus primeros
años de vida, reduce su producción entre el año y medio y los cuatro años de
edad, pudiendo ser su déficit una de las principales causas de intolerancia a
la lactosa y alergia, pero también de indigestión durante la adolescencia, edad
adulta y vejez.
Las leches
vegetales contienen menos grasas y son más sanas. Por ejemplo, la cantidad de
grasas de las leches de soja, avena y almendras es similar a la de la
semidesnatada de vaca. La leche de arroz equivale a la de la leche de vaca
desnatada. Pero la gran ventaja es su calidad. Mientras que más de la mitad de
las grasas de la leche de vaca son saturadas, las vegetales contienen una parte
mínima de estos lípidos nocivos. La mayoría de sus grasas son poliinsaturadas y
benefician la salud cardiovascular.